Buenos días queridos hermanos, solo quiero compartirles mi devocional de esta mañana.
Devocional: Celebrando A Diario con El Rey de W. Glyn Evans.
Siempre debo comprender lo que sucedió realmente en el Calvario y no conformarme simplemente con alguna idea vaga. Cuando Cristo murió, me libero de la culpa de mis pecados, pero no me libero de mis obligaciones. Me libro del dominio de Satanás, pero no me libero para que yo dirija mi vida. Solo cambie de dueño en el Calvario, no deje de tener uno. En la actualidad sigo siendo tan sujeto a la autoridad de mi nuevo Amo como lo estaba al dominio del antiguo. Debo someterme a El y solo a El. Ya no estoy obligado a seguir sirviendo en el reino da las tinieblas, pero tampoco soy libre para decidir lo que hare, comeré o lo que vestiré. No puedo ir adonde quiero, decir lo que quiero, ni siquiera pensar en lo que quiero. El hecho de que me complazca a mi mismo tan a menudo no significa que tenga el derecho de hacerlo.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre mi compromiso actual con Jesús y mi vieja obligación con Satanás no tenia opción,"en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia".(Efesios 2:2). Aun así, estaba contento porque no sabia de nada mejor. Era una persona carnal, desinhibida y egoísta y no trataba de ir contra la corriente, así que no había conflicto, solo una existencia carnal.
Pero ahora, bajo la autoridad de Jesús, aun cuando El tenga todos los derechos sobre mi, me deja elegir servirle:"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional".(Romanos 12:1) EL ES MI DUEÑO, y sin embargo me ruega; me compro por completo, y sin embargo El espera mi decisión. Debe ser porque no quiere ningún amor legalista, ninguna obediencia rutinaria. El quiere que yo lo ame por El mismo, no porque no tenga ninguna otra elección.
Así que, hermanos, somos deudores, pero no a la carne para que vivamos conforme a la carne. Porque si vivís conforme a la carne, habéis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las prácticas de la carne, viviréis. (Romanos 8:12-13)
Así que, hermanos, somos deudores, pero no a la carne para que vivamos conforme a la carne. Porque si vivís conforme a la carne, habéis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las prácticas de la carne, viviréis. (Romanos 8:12-13)
Que Dios los Bendiga.
Suyo en El,
Eddy
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